Descubriendo la Isla de Tambo

La Isla de Tambo está situada en la ría de Pontevedra, entre Combarro y Marín, en mitad del agua. Desde el siglo XII no se podía visitar por estar siempre en manos privadas, pero desde hace unos meses pasa su gestión al ayuntamiento de Poio, y desde hace 2 meses se permite su visita. Somos de esos afortunados que hemos podido visitarla, descubrimos la Isla de Tambo.

La isla de Tambo tiene 28 hectáreas, que es lo que se ha ganado de terreno en el volcán de La Palma. Su altura máxima es de 80 metros. La luz del faro está a unos 35 metros de altura. La ruta es de algo menos de 3 kilómetros. Originalmente la isla solo tenía arbusto raso, toxos básicamente, pero se hizo una plantación de varias especies de eucaliptos en toda la isla. La fauna que más abunda son gaviotas y cormoranes.

Cómo llegar a la Isla de Tambo

De momento solo se puede ir con 2 navieras autorizadas que salen desde Combarro. Nosotros fuimos con Mar de Ons, precio de 12,5€ el billete desde la web, con un descuento del 10% con el localizador del último viaje (recuerda este descuento). La visita es guiada, algo fundamental para entender y conocer la historia de la isla. Nuestro guía, Rubén, fue un auténtico crack, lo pasamos genial con él dando una explicaciones muy buenas y detalladas. Además del billete de barco, necesitas autorización expresa del ayuntamiento de Poio, que se puede obtener desde aquí.

Un poco de historia

La verdad es que muchos siglos tiene de historia. El guía es fundamental para dar Lana conocer: iglesia, piratas, nobles, ministros, ejército, etc. Lo más reciente, es que pertenecía a la Escuela Naval de Marín. Estuvo operativa hasta 2002, donde siempre había un capitán y varios soldados. Hasta 2021 estuvo medio abandonado, hasta que se cedió al ayuntamiento, y tras una puesta apunto, abren las visitas en agosto de 2022.

La ruta de la Isla de Tambo

Antes de bajar a la isla a través del muelle, vamos a ver desde el barco el faro de la isla, llamado Faro de Tenlo.

Después nos dirigimos al embarcadero y desembarcamos. Se forman dos grupos para comenzar la vuelta a la isla. Lo primero que pasamos es por la playa y una zona de ocio de los soldados, una especie de cantina al aire libre

Continuamos hasta el edificio donde se alojaban los soldados, con las habitaciones, cuarto de armas y perreras.

La siguiente parada pasa por los restos de la iglesia de la isla. Esta iglesia fue movida piedra a piedra hasta de otro sitio de la isla al actual. Presenta varias reformas que se notan en la disposición de las piedras y en lo usado para unirlas.

Después vamos a otra edificación abandonada que funcionaba como lazareto. Estos eran hospitales alejados de la población donde la gente sospechosa de enfermedades contagiosas hacían la cuarentena. Tenían una zona normal de cuarentena y una zona sucia, donde prácticamente la gente iba a morir. Mucha gente que llegaba en los barcos desde fuera eran examinados por médicos y ellos decidían si seguían su camino o se iban al lazareto. Muchos escapaban antes de ir ahí, e incluso dentro, escapaban, por eso había torres de vigilancia. Uno de los éxitos de España por el que no se extendió el cólera, por ejemplo, fue gracias a estos hospitales. Este lazareto era pequeño, había uno más importante y grande cerca, en la Isla de San Simón.

Posteriormente, nos vamos al arsenal donde eran almacenadas todas las municiones y armas. Una estructura protegida de la luz, oculta a vista desde el cielo y con muros muy gruesos para protegerlo de posibles bombardeos.

A partir de aquí ya comenzamos el camino de vuelta por la cara oeste de la isla.

Pasamos por una roca enorme con una disposición curiosa, agujereada y gastado por el lado expuesto a los vientos dominantes y agua de lluvia.

Llegamos a un punto donde el camino se bifurca. Hacia la izquierda nos vamos de regreso al embarcadero. Hacia la derecha, a unos 100 metros, llegamos al faro. Obviamente, decidimos hacer una parada en el faro antes de irnos.

Ya sí, nos vamos al embarcadero porque la visita guiada se acaba. Antes, aún nos deleitamos con la belleza de un pequeño arenal en la parte sur de la isla.

¿Has sido de los afortunados que ha visitado la isla? Comparte tu experiencia en los comentarios. ¿Eres de los que le gustaría ir? Comparte también por qué.

Para ayudar a la caminata siempre nos podremos ayudar de un buen palo a modo de bastón, la isla está preparada.

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